Un probiótico es un alimento que contienen microorganismos vivos.
La OMS lo define como: “conjunto de microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo huésped”.
Los probióticos no deben confundirse con los prebióticos, que no son alimentos con microorganismos vivos, sino alimentos con ingredientes no digestibles (generalmente carbohidratos como la lactulosa, los fructooligosacáridos, la inulina, …), cuya función es estimular el crecimiento y la actividad de la flora intestinal.
Estos microorganismos vivos son bacterias de los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium y Streptococcus, y levaduras del género Saccharomyces.
Beneficios de los probióticos:
Básicamente dos:
– Re-equilibrar la flora intestinal
– Mejoran el funcionamiento del sistema inmunológico
1- Re-equilibrar la flora intestinal
Una vez colonizan el intestino, las bacterias probióticas producen ácidos. La acidificación del ph intestinal impide la proliferación de bacterias patógenas. Además, las bacterias probióticas compiten con otros microorganismos por el alimento y el alojamiento, “haciéndoles la vida más difícil”.
Una flora intestinal en equilibrio se traduce en:
-mejores digestiones; por tanto, menos gases y flatulencias
-mejor absorción de los nutrientes de los alimentos
-se mejora la absorción de calcio
2- Mejor funcionamiento del sistema inmunológico
Al igual que la piel nos protege de las agresiones externas del medio ambiente, el intestino constituye una barrera protectora frente a microorganismos que pueden entrar a través de la cavidad bucal. Si la flora bacteriana intestinal está equilibrada, en el intestino se crean unas condiciones que no son favorables para la proliferación de las bacterias dañinas, lo cual nos protege de muchas infecciones.
Otros beneficios de los probióticos:
-Las bacterias probióticas sintetizan vitaminas del grupo B. Las vitaminas del grupo B actúan como nutrición para la piel y el pelo, y protegen la vaina de mielina de las células nerviosas
-el metabolismo del colesterol se ve favorecido
-envejecimiento celular más lento
¿Qué probióticos le doy a mi perro o gato?
Hay muchas opciones.
Se pueden adquirir en la farmacia, herbolario, complementos alimenticios de ortomolecular y en clínicas veterinarias los que están fabricados específicamente para animales.
Lo importante es que las bacterias que el producto contenga, estén vivas, ya que su efecto terapéutico es mayor.
¿En qué casos doy probióticos a mi perro o gato?
En realidad son siempre beneficiosos, pero especialmente deben ser usados en:
– Enfermedades intestinales: diarreas, indigestiones, gastroenteritis agudas y crónicas, gases en exceso, cambios de dieta, enfermedades inflamatorias del intestino, síndrome de malabsorción, …
-Enfermedades relacionadas con malfuncionamiento del sistema inmunológico: alergias, enfermedades autoinmunes, Leishmaniosis en perros, cáncer, dermatitis crónicas, … y otras.
-Durante una terapia con antibióticos. Recordemos que los antibióticos tomados vía oral, matan a los microorganismos causantes de la infección, pero también destruyen las bacterias que hay en el intestino (sean “buenas” o “malas”).
-Como preventivo: 2-3 veces al año; en primavera y otoño; o en verano e invierno.
Profloro es un buen ejemplo de probiótico en medicina ortomolecular
Veterinaria especialista en tratamientos y alimentación natural para perros y gatos.