La respuesta primaria de un animal ante una situación que le causa miedo es huir (o atacar si se siente acorralado).
En el caso de los ruidos fuertes, repentinos o estruendos, no es posible huir ni enfrentarse, con lo que la única opción posible que queda, es esconderse.
¿Cómo crear una zona donde el animal se pueda esconder y se sienta seguro?
Lo ideal es usar una jaula de transporte.
Características que debe tener el lugar para que el animal se pueda esconder:
- debe ser de dimensiones reducidas, pero lo suficientemente grande como para que el animal se pueda poner de pie y dar una vuelta sobre sí mismo
- debe ser oscuro. Esto se puede conseguir poniendo una manta encima, que a la vez hará un poco de aislante del ruido. Si el animal tiene miedo de la oscuridad, dejar una luz tenue
- debe tener una entrada libre, por donde el perro o gato pueda salir y entrar cuando quiera. En el caso de las jaulas de transporte, se desengancha la puerta de la jaula
- poner en el lugar elegido su cojín o manta habitual
La jaula se coloca en un lugar tranquilo de la casa, o donde el animal haya elegido para esconderse (por ejemplo, muchos perros o gatos se esconden en el baño). Si es posible, cerrar las ventanas y persianas para aislar al máximo la habitación de las luces y ruidos.
¡Nunca dejar al animal encerrado!
¿Cómo se hace la habituación?
Debe hacerse con antelación, a ser posible.
Se lleva al animal hasta el lugar elegido y se le anima a entrar, por ejemplo, poniendo golosinas dentro. Cuando lo haga, felicitarlo con palabras suaves y caricias.
Este procedimiento se repite tantas veces como sea posible / necesario
¿Qué hacer y qué no hacer cuando se presentan los ruidos?
Si se puede predecir el momento de los ruidos fuertes o estruendos, es beneficioso que ese día el animal realice ejercicio para que esté más cansado y relajado
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Veterinaria especialista en tratamientos y alimentación natural para perros y gatos.
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